Educación y nutrición van de la mano. Expertos reunidos esta semana en el Congreso de Obesidad “Obesity Week” de Estados Unidos insistieron en la importancia de la educación como factor determinante para combatir la obesidad en el mundo. El doctor Francisco D´Onofrio (foto), miembro de The Obesity Society, que organiza el encuentro internacional, asegura que “hay una estrecha relación entre el nivel de educación de la madre y la obesidad infantil”. “Aunque el factor económico no es determinante, dice, no respeta nivel social”, advierte.
La razón por la que no se termina de combatir la obesidad en el mundo responde a múltiples factores, según D´Onofrio. Desde los Estados Unidos, donde participa del Obesity Week el presidente de la fundación Alimento Sano reconoce que en el problema de la obesidad “intervienen intereses económicos (la industria de alimentos hipercalóricos), la motorización creciente que agrava el sedentarismo, la falta de lugares seguros públicos para los niños y la pérdida de la comida familiar, entre otros factores. A todo esto se agrega el stress y la depresión. A ello se suma el agravante de las deficientes acciones de prevención desde las áreas gubernamentales (la OMS reconoció que las acciones que se hicieron fueron ineficaces)”. D´Onofrio, que en 2013 creó el programa de Obesidad del Siprosa, aclara que un bajo porcentaje de obesidad es genética o de causas endocrinológicas.
La cirugía no es solución
La licenciada en Nutrición Lucía Vallejo Trejo, que también participa de la reunión científica anual de la Sociedad de Obesidad reconoce que aún en los casos de obesidad mórbida la cirugía bariátrica no es la solución, sino parte del tratamiento, porque la base de todo es la educación alimentaria. Entre los conceptos que se vertieron en el congreso destaca la necesidad de “trabajar la confianza, entrenar a la persona para adquirir y mantener cambios en su relación con la alimentación. Debe aceptar y entender que la cirugía no es la solución, sino parte del tratamiento”, explica. También señala la necesidad de “trabajar en el ambiente familiar y con las redes de apoyo que tiene la persona”.
Vallejo Trejo dice que “la educación individual es clave: deben abordarse aspectos nutricionales, psicológicos y médicos. En este espacio, la mayoría del tiempo es el paciente el que realiza las preguntas y el equipo asesora y contiene”.
En ObesityWeek también organizada por la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica, se dejó en claro que la educación grupal es clave. Se recomienda la formación de grupos de personas operadas de cirugía bariátrica para mantener la motivación y asesorarlas con un equipo multidisciplinario en permanente contacto.
La epidemia sin fin
“La Argentina es el país de América Latina con la mayor tasa de obesidad en niños menores de 5 años y en adultos varones, según informe de la OPS de 2017. No se vislumbran acciones públicas eficaces que busquen revertir esta situación. Se trata de una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento integral con acciones preventivas por parte del estado y la comunidad: las acciones gubernamentales deben ser transversales a las diferentes áreas; el tratamiento individual se trata con dieta saludable, actividades antisedentarismo, control de emociones, uso de fármacos, balón gástrico y en casos extremos, la cirugía bariátrica”.
“La obesidad constituye un grave problema de salud pública calificado como la epidemia del siglo, a la que se destina una variedad de recursos económicos y humanos para su prevención y tratamiento a nivel mundial, pero con aislados resultados positivos en la actualidad”.
“La obesidad afecta a cualquier individuo sin respetar edad, sexo, raza o nivel socioeconómico. Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud individual y de la comunidad”.
“El tratamiento de la obesidad debe abordarse con una terapia integral. Debe estar a cargo de equipo interdisciplinario que coordine reeducación alimentaria, actividad física y antisedentarismo, y apoyo de salud mental y control de emociones”. (Conceptos del doctor Francisco A. D’Onofrio)